El
nombre Kakuro proviene de la abreviación de kasan kurosu, nombre japonés con el
que se le conocía en sus inicios, y que era la combinación de la palabra
japonesa para "adición" y la pronunciación japonesa de la palabra
"cruz" en inglés (cross).
En honor a la verdad, Japón no puede
atribuirse la invención de este rompecabezas. Según Will Shortz, editor de The
New York Times, su existencia se remonta a 1950, cuando Dell Publishing Company
comenzó a publicar sumas cruzadas de forma intermitente, a partir de su número
de abril-mayo de 1950 También según Shortz, fueron "idea de un constructor
de Canadá, Jacob E. Funk".
En 1980, las sumas cruzadas fueron importadas a
Japón por Maki Kaji, presidente de Nikoli, posiblemente la más importante
revista de pasatiempos japonesa, y tras mejorar el juego y renombrarlo como
Kakuro, lo volvió a exportar a occidente en 1986.
El
Kakuro es un puzzle de lógica numérica, cuyo espíritu guarda similitudes con el
Sudoku. Se nos propone una cuadrícula con casillas en blanco que habrá que
rellenar, y otras en negro que contienen una cifra.
El objetivo es averiguar
los sumandos que dan como resultado el número indicado en las casillas negras.
Para ello, hay que cumplir tres reglas básicas:
-Sólo
se pueden utilizar cifras positivas del 1 al 9. El 0, por lo tanto, no debe
emplearse.
-No
debe repetirse ninguna cifra dentro de la misma suma.
Cada
cifra estará siempre compartida por una suma vertical y otra horizontal, sin
que puedan quedarse casillas vacías.
Puede
parecer un poco complicado, pero con una imagen de ejemplo se vuelve más
sencillo. Este es un Kakuro extraído de aquí, similar a los que nos
encontraremos en cualquier revista:
El objetivo final es conseguir rellenar todas las casillas blancas, con las reglas anteriores, de manera que se cumplan todas las sumas propuestas. Vamos, más o menos, así:
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